Dspués de disfrutar de la Full Moon Party, Marc y yo dedicamos unos días más a Koh Phangan para relajarnos en la playa, aunque si bien el tiempo no acompañó, pudimos disfrutar algo de playa hasta que a media tarde empezaban las lluvias torrenciales.
En este post la cantidad de fotos será menos variada porque mi cámara incorpora la opción Metamórfosis que consiste en pasar de ser cámara acuática a no serlo y chupar todo el agua que le venga en gana hasta dejar de funcionar. Después de dejarla varios días aireándose, parece que va bien. Parece. Excepto cuando se apaga.
Si bien es cierto que en los otros países que he visitado no he visto ningún español (solo conocí algunos euskalduns y alguns catalans), en las playas de Tailandia me he hartado. En especial cuando Marc y yo fuimos a Koh Tao después de Koh Phangan, cada tres metros escuchábamos hablar a alguien en castellano. Y es que en Koh Tao se mueve todo el cotao...
Bueno después de soltar una mala de las mías, decir que es cierto que la mayoría de turistas que vimos eran españoles. Y algo por lo que me siento un tanto extraño en Tailandia es que no he visto a NADIE que viaje solo, excepto los de la escuela de Muay Thai en Pai.
En Koh Tao disfrutamos de los días de playa, como la famosa Nang Yuan (debes coger una longtail, la barca típica tailandesa) o irnos a la costa este de la isla donde una vez dentro del agua decidimos ir nadando aguas adentro un total de unos 1,5km ida y vuelta encontrándonos con el mejor snorkeling que jamás hemos hecho.
Después de la marcha de Marc, yo me quedé en Koh Tao donde me he sacado la licencia de Open Water Diver (Buceador hasta 18 metros). Cuatro días con cinco inmersiones y un libro de 220 páginas a estudiar para el examen. Fauna marina brutal! Realmente la cantidad y la variedad de fauna marina que pude ver y aprender fue alucinante. No tuvimos la suerte de ver los tiburones ballena ni las tortugas marinas pero pude ver barracudas, peces ángel, peces aguja, y algún otro realmente bonito cuyo nombre no recuerdo (solo la señal que hacemos al compañero para identificarlo debajo del agua). La vida marina es un mundo que engancha...
Tengo que decir que si yo fuera el dueño de una escuela de buceo no dejaría bucear a un tipo que sale con esta cara en su licencia.
Os presento la causante de muchos de mis golpes en la cabeza. La puerta de mi habitación durante el curso de buceo.
Y ya estoy en Koh Lipe, una isla perdida en el sur de Tailandia, a una hora de Langkawi (Malasia) donde iré en unos días y donde me reencontraré con Remy, con quien compartí unos días en Vietnam y quien me propuso de compartir el trayecto de Malasia y Singapur y que acepté sin dudarlo.
Aquí en Koh Lipe, todo son parejas, así que yo también he aprovechado para coger a mi pareja LaMochila e ir a dar vueltas o a la playa. Playas paradisíacas que me recordaron a las de Filipinas. Playas solitarias en las que me he podido quedar dormido y quemarme como creo que nunca me había quemado y días como hoy que llueve todo el día y me lo paso tomando batidos (he cambiado la sandía por plátano-naranja).
Otra de las titulaciones que he logrado en el viaje es la de Advanced Insect Killer, porque el número y la variedad de bichos que he matado en algunas de las habitaciones en las que he estado es incontable. Aplastados con el pie, aplastados con la mano contra la pared, pillados al vuelo, ahogados con chorros de agua. La muestra: un mosquito atrapado con la mano y mareado por el movimiento rápido y brusco de la misma. Viajar solo y tener tiempo te lleva a hacer este tipo de explicaciones...
Menos de tres semanas para volver... Y como dijo Víctor Hugo Morales en 1986 en México: "Es para llorar, perdónenme".